El cliente tiene que poder confiar en nosotros.

La confianza es una virtud, un valor incalculable en la convivencia humana. Budenheim ha hecho un principio de esta actitud de espíritu. Así que, todos nuestros clientes saben siempre qué importancia les damos y saben también que siempre pueden depositar su confianza en nosotros. Nuestros interlocutores son cada uno de nuestros proveedores, oficinas públicas, federaciones o asociaciones, el medio ambiente y los seres humanos –como tú y yo-, cada persona que tiene contacto diario con los productos de Budenheim y su mejoramiento. Nosotros hemos plasmado de manera obligatoria esta política empresarial de fiabilidad en cinco puntos:

Asumimos responsabilidad.

Las metas económicas en Budenheim nunca se contraponen al medio ambiente o a la protección de la salud y seguridad laborales. Todo lo contrario, consideramos que para todos actuar con responsabilidad a corto y a largo plazo vale la pena. El Grupo Oetker, grupo al que pertenecemos, ha sido y es nuestro modelo por su cultura empresarial. En Budenheim nuestros directivos son un modelo de ejemplo que motiva a los empleados de la empresa.

Apostamos por el trabajo en cooperación.

La trasparencia en las relaciones origina confianza. Nuestra abierta política empresarial contribuye a establecer duraderamente un clima de confianza. Nosotros mantenemos un diálogo constante con todos los empleados de oficinas públicas y con nuestros clientes a nivel de cooperación.

Nos desarrollamos día a día de manera constante.

Estancarse es dar un paso atrás. Por este motivo, Budenheim está constantemente en un proceso de mejoramiento que incluye todos los ámbitos. Con nuestros productos procuramos siempre y de manera sucesiva mejorar la calidad de vida de la actual generación sin descuidar nuestra responsabilidad respecto a las generaciones futuras.

Hemos acentuado las leyes medioambientales.

La limitación de emisiones tiene la función de proteger la atmósfera de la influencia nociva del medio ambiente. Para Budenheim el buen clima ha tenido siempre un papel significativo, por esto, nuestros avances han estado desde hace años por debajo de las exigencias mínimas. Hablando de cifras, hemos reducido la emisión de polvos en un 60% desde 1994. Esto favorece el medio ambiente y contribuye a establecer una muy especial atmósfera de confianza con las autoridades y el público. Para nosotros eso es también confianza absoluta.